Boletín Oficial de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

domingo, 3 de julio de 2016

Nueva traición del Partido Popular

HEMEROTECA

Lo hemos dicho, y ahora lo leemos.
Como otras veces. Aquí nadie aprende.
(El segundo artículo se toma del digital 
"Hispanidad", 1-VII-2016)
          
          CONOZCO a no pocos amigos que han votado al PP con la nariz tapada alegando el tema de la educación, es decir, los colegios concertados y la educación diferenciada. Ya sólo les quedaría eso por defender. 
          No les convencieron mis argumentos para no votar al PP, ni -hace ya tiempo- mis razones para hacer políticamente "otra cosa". Están entrampados, sin duda porque quienes constituyen grupos no pueden hacer política según sus estatutos 
          Tampoco pensaba que iba a convencerles: a algunos les doy por imposibles. Sólo un milagro puede abrirles los ojos. Sí; hay cuestiones como la del malminorismo -que es más falso que Judas- que obnubila el juicio y la acción, quedando ellos muy bien ante todos, como gente culta y preparada, cuando alegan la prudencia en la que, en realidad, cabe de todo. Algo me creeré de su prudencia -no sólo ellos la mencionan- cuando hablen de la misma manera de la firmeza y el saber perder por amor. Sin embargo, lo que está detrás del empeño de nuestros amigos pueden ser tres cosas. 
          En unos, errores de origen que -erre que erre- no se quieren reconocer. Pensemos que, en su lejano día, don Rafael Calvo Serer hizo de "malo" quizás para compensar la presencia de los tecnócratas -¡oh palabra deslumbrante!- en el Régimen del dictador. Pensemos que el sr. Antonio Fontán inclinó a muchos a votar "Sí" a una Constitución agnóstica y atea práctica, sin principios objetivos y definidos más allá del ocasionalismo y la inmanencia. 
          En otros, está detrás la indolencia, la incapacidad para el sufrimiento ajeno, el afán de vivir bien y gastar sus ahorros haciendo viajes y más viajes, que la cultura -nos dicen- es muy importante. (Y encima por viajar se las darán de cultos y super abiertos). 
          Unos terceros, reunidos en grupos de actuación, no pueden meterse en política salvo a título particular, en la que admiten cualquier pluralidad por fea que sea -hasta pertenecer a EH Bildu- pues se alega la conciencia individual, no obstante con un permiso levemente disuasorio del grupo para evitar perder las energías que se necesitan en el ámbito religioso al que se entregan casi al cien por cien. Tales sectores están -quieran o no- a merced de los políticos en el ámbito de la política, aunque aquello tengan muchos intereses temporales propios. Por ejemplo, votan siempre a caballo ganador o casi ganador... para protección de sus propios trabajos apostólicos. Tales grupos de actuación tienen instituciones encomiables, sus iniciativas son muy  respetables pero, en lo que nos trae aquí, no son imitables tanto por su nula formación política, porque no piensan en la Ciudad como realidad global, y porque estando en el berenjenal del mundo tienen -en esto no son tan espirituales- compromisos adquiridos. 
* * *
         Sólo discrepo del artículo recogido a continuación, en que el el título le falta el término "de nuevo" , así como precisar de qué católicos se trata. Mejor sería decir: "Rajoy traiciona de nuevo a sus votantes (que sean) católicos, porque les vende al PSOE". 
          Sí; hace mucho tiempo que la llamada "Derecha" vendió a los católicos: ya lo hizo Joaquín Giménez, y luego Adolfo Suárez, en 1978. ¿Se acuerdan? La mar de trampas. Un mar de trampas. 
          La derecha política o como se llame en España, no tiene nada que ver con la derecha sociológica, sus votantes. (Hablamos de "derecha" para que el lector nos entienda, pues lo católico y la tradición española es de todos). Hubo y hay quienes se han cargado y se cargan una verdadera representación de dicha derecha social. Pues bien, ahora diremos: ¡Pobres católicos y pobres obispos que se abrieron al régimen liberal para ser admitidos por no sé quién! ¿Es que no hubo y no hay otra manera de hacer las cosas y de estar en política? Ahora tienen esto: lo tienen bien merecido... pero no se lo deseo a nadie, ni a ellos -por misericordia-. 
          Los tradicionalistas-carlistas son los únicos avisados en este campo. Quizás lo sean por su larga experiencia política, ya que el Carlismo es el "partido" más viejo de España. Y el más limpio, popular y hasta heroico. Por eso entienden la teología del martirio. Y cuando son masas, eso último sí importa. 
          También los carlistas son los menos "clericales" porque no confían o entregan su juicio político a los teólogos ni obispos -la Conferencia Episcopal- aunque sigan con esmero y total respeto todo el magisterio de la Iglesia. Son de los pocos que hacen esto último. Eso sí, no hay que decir que la Iglesia dice lo que no dice, y no es lo mismo el magisterio de la Iglesia que sus miembros docentes. Cuanto los carlistas tenían a don Carlos VII y sus sucesores -monarcas en España o bien en el destierro-, los reyes y sus representantes tenían la última palabra en materias estrictamente temporales y de gobierno, y no los obispos, ni el Papa, ni los nuncios. 
          El Papa tenía su jurisdicción y el Rey de España la suya. Por eso, a fines del s. XIX, no hicieron mella en los carlistas las trampas de la llamada Unión Católica del marqués de Pidal -no todo en él era oro molido...- y los obispos que la apoyaron para acercar a los católicos a la política existente -que era liberal-, ni de Cánovas, ni el "ralliement" francés -que sólo era para Francia-, ni en "entrismo" en el sistema de la restauración liberal, ni unir manzanas sanas y "tocadas" de liberales en el mismo cesto, ni el malminorismo como sistema, ni otras cuestiones a todas luces absurdas y, lo que es peor, tan dañinas y traicioneras. Dirán que esto eran otros tiempos, sí, pero lo sacamos a la luz porque parece que algunos nunca aprenden. La jugada se ha repetido y a muchísimo peor. 
* * *
          Por lo que respecta a las elecciones y la política, siento decir -con todos mis respetos- que nuestros queridos obispos españoles han sido y son un desastre. Lo fueron salvo excepciones tras 1876. Lo han sido salvo excepciones tras 1978, y lo son salvo excepciones en 2016. Han disuadido una política católica, los movimientos políticos católicos, y han conseguido -ellos sabrán cómo-, vincular el voto católico en general al PP durante décadas. Y hasta este pozo hemos caído. Ellos y todos a quienes ahora se quisiera salvar...; pero ya es tarde. De nada práctico sirve que mons. Rouco Varela se alejase en numerosas materias morales durante la segunda legislatura del sr. Aznar. ¿Para qué vale eso... si lo que importan son hechos y la política es algo práctico?
          Para algunos sectores católicos, el voto de las elecciones permite casi todo, con un motivo o con otro: nosotros no lo creemos así, y el seguidismo al PP lo consideramos absolutamente errado. Queda dicho que en esto los hay entrampados porque como grupo -que es sobre todo lo que les interesa- no pueden intervenir en la política y, a título personal, suelen ser -salvo excepciones- acomodaticios. 
          Y ahora, ¿qué hacer? Pues -mire, amigo mío- que lo digan y sobre todo hagan los que por acción directa o indirecta, por omisión, o por disuadir y boicotear en su día a IMPULSO SOCIAL -es un ejemplo- en los medios de comunicación de la Iglesia, nos han traído hasta aquí.  
          Muchos fieles, tocados de "clericalismo", prolongan consciente o inconscientemente, en su ámbito exclusivo o cívico, la posición oficial del clero en España. Pues bien; que no extiendan a los demás su caso, que es estrictamente suyo. De ciudadanos pasan enseguida a ser sacristía. Y una sacristía que imita a la Iglesia jerárquica. El error es doble. No debiera de ser imitados. 
          Más todavía; en realidad, quienes pudieran hacer y nada hacen en situaciones tan extremas sobre el aborto etc. etc. en el ámbito político, es como si de hecho diesen luz verde a la gente para no hacer nada. Máxime en un tema trabajoso e ingrato como la política. Ya se arrinconó desde la clerical Cope la candidatura IMPULSO SOCIAL en las elecciones europeas, ya.... Para otras cosas sí se mueven, como para cantar loas al sistema y a los que lo trajeron. 
          Vale pues. Con el contenido de la noticia recogida a continuación, lo que llaman "masonismo" -infiltrado en todos los partidos- estará contento. 
          Veremos en qué para todo esto. 
          Ramón de Argonz 
                  

El texto a continuación se ha tomado de "Hispanidad", 1-VII-2016


Rajoy traiciona a los católicos y les vende al PSOE

Rajoy traiciona a los católicos y les vende al PSOE
  • Rajoy se burla -otra vez- de la Iglesia: ofrece al PSOE los ministerios progres.
  • Es decir, aquellos donde puede dar rienda suelta al aborto, la ideología de género, el feminismo…
  • …la educación pública y teledirigida, el homosexualismo y el anticlericalismo como principio.
  • Concretando: ministerios de Justicia, Sanidad, Educación, Asuntos Sociales, etc.
  • El PP se quedaría con los ministerios económicos (Hacienda, Economía, Industria y Trabajo).
  • Además de los de seguridad: Interior y Defensa.
  • Lo esperable es que Pedro Sánchez no acepte, pero queda clara la traición de Rajoy a la Iglesia.
  • ¿Qué cara se les queda a los católicos del voto útil?
  • Hay que pensar que no habrá ni gobierno de coalición ni pacto de legislatura: sólo de investidura.
Muchos católicos, o sencillamente gente que cree en algo, en una serie de valores, votaron al PP el pasado domingo 26 con la nariz tapada. Rajoy se molestó al principio de campaña (enseñanza concertada y alguna cosilla más), en ganárselos pero sin riesgos porque, al final, el enemigo era el jacobinismo de Ciudadanos. Y porque, también, actuaba con la petulancia de que los cristianos, o el voto en valores, sólo podía votar al PP, asustados como estaban con Podemos.
Pues bien, aquí tienen los católicos la respuesta a sus desvelos. Tras ganar las elecciones,Rajoy se ha lanzado a ofrecer al PSOE un Gobierno de coalición: sabe que Pedro Sánchez (ambos en la imagen), difícilmente puede aceptar pero tiene que desarrollar el guión y resulta que  lo que le ha ofrecido a la progresía socialista es eso: lo progre, lo anticristiano.
En otras palabras, Rajoy propone a Sánchez ser vicepresidente del Gobierno y los ministerios de Justicia, Sanidad, Acción Social, Educación… En suma, todas las llamadas políticas sociales: aborto, ideología de género, investigaciones aberrantes, feminismo radical, homosexualismo, enseñanza pública obligatoria y lavado de cerebro a los niños y el anticlericalismo como principio. Lo que les gusta a los progres del PSOE.
A cambio, él, gran gestor, se quedaría con Economía, Hacienda, Industria y Trabajo, con los departamentos económicos, además de los de seguridad (Interior y Defensa).
Insisto: lo normal es que Pedro Sánchez diga que no. Lo normal es que no haya ni gobierno de coalición ni tan siquiera pacto de legislatura. Pero Rajoy tenía que intentarlo, entre otras cosas porque tener dentro del Ejecutivo, con categoría de vicepresidente, a Sánchez, supondría haberse ganado al eslabón más débil.
En cualquier caso, el objetivo de Rajoy es Ciudadanos, al que se trata de fagocitar. Rivera cometió el error de pensar que sus votos eran suyos, cuando eran del PP. Y cuando sus votantes vieron que no hacía otra cosa que manitas con el PSOE se preguntaron: ¿está usted utilizando mi voto para que el socialista Sánchez sea presidente? ¿Usted de qué va?
En cualquier caso, muchos cristianos deben estar ahora preguntándose por qué votaron a Mariano Rajoy.
El PP ha traicionado a los católicos y les ha vendido al PSOE. Cosas del voto útil y del mal menor.
Eulogio López

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